…parece que fue ayer que nuestras manos ansiosas de papás, dejaron a nuestras hijas en las manos cariñosas y seguras de las seños del jardín y, todas esas nubes de incertidumbres, se evaporaron con sus sonrisas y su calidez. Esa fue la primera vez que, como padres, confiamos nuestro mayor tesoro al Instituto San Pablo.

 

Allí comenzó el camino necesario e irremplazable que debemos transitar juntos familia y escuela… camino que crece y se afianza con el tiempo… camino que seguimos eligiendo transitar juntos.

 

Sin darnos cuenta, esa etapa pequeña, dulce y afable, concluyó y nos encontrábamos como familia, ante un nuevo desafío…un nuevo camino…un camino más ancho, más largo, más intenso; lleno de nuevas experiencias.

 

Así llegamos a la escuela Primaria del Instituto. Nuestras hijas crecieron junto a sus compañeros y sus docentes; compartieron risas, lágrimas, alegrías y muchos momentos inolvidables, que las ayudaron y a las ayudan a formarse como personas de bien.

 

Como familia, sabemos del trabajo de las y los docentes… de ese trabajo cotidiano, muchas veces silencioso, pero constante e intenso, que más que un trabajo es, una elección de vida y queremos agradecerles el acompañamiento y contención de nuestras hijas.

 

A lo largo de la vida los caminos se cruzan, se separan y se reencuentran en puntos claros…seguros y, la escuela es uno de esos puntos en donde los caminos de la comunidad del Instituto San Pablo, se encuentran para crecer y construir un buen futuro.

 

En nuestro hogar la educación, ocupa ese lugar de privilegio que le corresponde por derecho, de allí, que el haber elegido al Instituto como parte de nuestras vidas, fue una decisión pensada y consensuada, no sólo por su calidad educativa, sino fundamentalmente, por su calidad humana, por el compromiso de acompañarnos en la dulce, pero complicada tarea de educar a nuestras hijas y a las hijas e hijos que llenan sus aulas año tras año.

 

El profesionalismo debe ir de la mano del cariño, la comprensión y la solidaridad; hemos encontrado en las Sras. Nora Barbeito, Lidia Rives, Claudia Fera y Liliana del Puerto, estos valores indispensables para quienes tienen el orgullo de trabajar con niños y adolescentes.

 

Por todo lo que nos han acompañado, nos acompañan y seguirán acompañándonos, queremos darles las gracias a los docentes, directivos, representantes legales y personal no docente.

 

¡A seguir caminando Juntos!

 

¡Gracias!

 

Familia Ávila. Flavia Andrea Lafuente

Mamá de Sayén Ávila (6° A EP) y Maylén Ávila  (1° C ES)